Te escucho espíritu
Te clamo espíritu
Te amo espíritu
Tu silencio está lleno de cantos.
Que pueda ir más allá del ruido de mi propio pensamiento,
que pueda ir más allá de la interferencia impuesta por el mundo,
que pueda ir más allá de mi dolor,
ir más allá de mi deseo,
y a aprender a rendirme a tu voluntad.
Urano entró a Géminis.
La mente de Dios, la octava superior de nuestra pequeña y limitada percepción.
De Mercurio a Urano,
saltamos de pensar a Saber.
El Saber no mana de las ponderaciones incesantes de la mente, el Saber no mana del análisis, ni siquiera del conocimiento.
Saber emerge de la quietud.
Parece paradójico, con la aceleración que cataliza Urano en el ámbito del aire; las ideas, las conversaciones, las posibilidades, los intercambios, el movimiento, que la ruta es ir lento y hacer espacio para que la verdad nos cuente en un suspiro, en la sensación en el estómago, en la danza de una hoja y en los hombros soltando peso.
Hace falta quedarse quietos unos segundos para notar a qué ritmo estamos respirando, para sentir el bombeo de la sangre en el cuerpo, para quizá inclinar la cabeza y sentir que la urgencia cede y llegar a la verdad de lo que hay.
¿Qué hay? ¿Qué se mueve adentro, qué te pide presencia?
El gran movimiento de los Dioses del cambio a nuevas escuelas de aire y de fuego anuncian la nueva vida, la nueva realidad que estamos llamados a construir y el compromiso adquirido con este tiempo.
Y su primer movimiento en esta nueva sinfonía trae a la superficie todo el caos interno y externo, recorre los velos de lo que estaba allí pero no queríamos o no podíamos ver. Y lo vemos, y lo sentimos y lo asumimos.
Este periodo de cosecha en Capricornio además es precisamente un encuentro con la realidad interna y externa. ¿Hay coherencia en las distintas facetas de mi experiencia?
Júpiter en Cáncer es un abrazo que nutre si nos dejamos abrazar, si soltamos el control y confiamos en que hay otras formas de producir que mantienen saludable tanto a la Tierra como a nosotros.
Y si no sabemos qué, ni cómo, seguimos confiando. Porque la voluntad divina es dulce. Permanecer en ese abrazo hasta que se calme el sollozo, como niños y niñas y así acomodar en todos los cuerpos, todo lo que ha sido para sentir la grandeza de este día, de este momento y renovar la esperanza porque ahora podemos dar las gracias, Ver la bendición oculta en todo desafío cruzado y todo desafío futuro.
La voluntad divina es dulce.
Quizá estamos notando que tenemos más capacidad.
Más capacidad para sostener lo que inquieta, lo que incomoda, lo que duele y también más capacidad para respirar, para sonreir, para rendirnos y gozar.
Hemos crecido. Madurar nos cruza por la despedida a la ingenuidad, nos cruza por la culpa muchas veces. Dejar de ser pequeños implica ver en la justa dimensión nuestra participación en todo lo que nos rodea y responder por ello con calma.
Responder con profundo amor porque sea lo que sea, nos conduce a la consciencia. Y este es un despertar a la consciencia infinita.
Así mientras Urano arremolina los vientos y llama a salir ya de la idea de que pensamos y por ello existimos dibuja su trígono a Plutón en Acuario y hace evidente que solos no podemos, que es juntos o no es, que nos necesitamos, que nos trastocamos con cada pensamiento, intento y acción; que somos común unidad y que es urgente apelar al poder de la comunidad como revolución.
Urano en sextil a Saturno y Neptuno en Aries ya retrógrados cuestiona honda esas intenciones de creación.
¿Tienes la mirada limpia? Esta iniciativa está impulsada por el amor que eres o viene llena de carencia y de inseguridad.
Porque Aries es un espacio en el que Quirón viene haciendo evidente el dolor de Ser,
(Quirón también inicia su retrogradación en breve) la identidad herida.
Si hemos de crear, no es desde la herida, es desde la medicina que se ha dignificado en la humildad y así ha entrado al campo amplio de la compasión.
Y para limpiar la mirada y hacer el ajuste de percepción que revitaliza la creatividad: Mercurio retrógrado en Leo.
Mercurio como regente de Urano, de Venus y de Marte ahora mismo, invita al sagrado acto de recordar. Nunca más claro que en Leo, nuestro corazón. Volver a pasar por el corazón y ahí hacer la labor de enamorarnos otra vez, de nosotros, de la vida, del misterio. Renovemos votos con la creatividad y notemos que el sueño del corazón está vivo, late y late y late mientras nosotros desanudamos el sueño del ego y nos perdonamos.
Así todo inicio ( todos tenemos un nuevo inicio disponible en Aries) nacerá de la chispa divina individual al servicio del sueño común.
Neptuno y Saturno retrógrados al servicio del sueño que renueva al mundo nos desilusionan para que aprendamos a Ser y desde esa certeza. Soy porque Yo Soy, amanezca.
Estás son las horas previas.
El cielo clarea pero no ha salido el Sol, la noche todavía está presente y entre el sueño y la vigilia, entre mundos pendulamos entre tiempos, recuerdos y visiones. Está bien. Ahí estamos.
¿Entonces de qué va este ensayo del futuro? De no saber hacerlo y con mucha curiosidad y valentía intentarlo, evaluarlo, replantearnos todo si es necesario.
Va de sintonizarnos con el tiempo natural y entregarnos al flujo que sin error conduce todo a su florecimiento, a su muerte y a su eventual renacer.
Implica rendirnos y entonces el milagro.
Hemos soltado las armas, hemos soltado la idea, el plan, la identidad y se nos muestra que precisamente el espacio que esto hace es el espacio en el naces tú:
libre, auténtico, poderoso.
¿Qué haremos con tanta libertad y poder?
en amor
Paloma
Gracias, Paloma